lunes, 21 de julio de 2014

Recorrido vital. Rima libre o blanca.




Paseando por la vida una tarde
en la que el aroma de las rosas  le embriagaba
dejaba discurrir sus  pensamientos
musitando aquel pasado, soñadora.

Si saladas fueron  las lágrimas de antaño,
en dulzor le ganaban los mil besos,
la pasión y el sabor de un  viejo amor
que se adueñó de ella  por completo.

Cuando la balanza al otro lado se inclinaba
y fue más la hiel que el amor que nunca  sintió
 sin pausa brotó la joven sensata  que en ella había
y que sabiamente supo decir adiós.

Tras el eco de lanzarse al vacío,
en pos de un amor que no le  correspondió,
llegaron nuevamente tardes dulces
y el pálpito, sin pensarlo, rejuveneció.

Así una vez y otra, una tras otra y otra vez más,
soñando, amando,   dejando discurrir los días
mientras pasaban los años y  la vida,
fue su animada forma de amar.

Ahora mira atrás y reconoce
que el tiempo en balde no pasó,
pues amando y siendo amada muchas veces
la profundidad de su corazón reconoció.

Cada tarde se posa ante  el espejo
y se  hace un guiño repleto de pasión,
     Va por ti — se dice sonriendo—
la que nunca de sus sueños se apartó.

Irene Bulio © 2014 

(Afternoon Sunshine. Obra de Vlademir Volegov)

6 comentarios:

  1. Lo bonito de amar es justamente los bellos recuerdos que nos deja, eso (y el corazón) nos hace renacer una y mil veces más. ¡No lo pierdas nunca! Muacksssssssssss

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    1. Frank, gracias por tus comentarios. Quienes nacimos para amar, lo hacemos incluso sobre el papel, el teclado... en la cocina, en la alcoba... en el sofá... ;) Bromas aparte, amigo, recibe un cálido abrazo.

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  2. Sin palabras Frank con una dulzura impresionante gracias por poder disfrutar un feluz dia besitos.

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  3. Este poema me gusta que están llenos de recuerdos, que a pesar de ser momentos amargos algunos, tiene un final como este que nos regalas.
    El amor es esperanza y por el amor mismo no perdemos la fe de encontrar y llegar a vivirlo con plenitud.

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    1. Gracias kary. De todo se aprende... incluso del desamor. No hay nada como medir la profundidad del alma, del amor... y saber que somos capaces de portar tanto de algo tan bello, y tú eres una de esas personas privilegiadas, dejando brotar todo ese maremagnun de sentimientos a través de tus versos.

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