lunes, 14 de mayo de 2018

Encuentro

Imagen de Marcos Rivero Mentado - Retos


Despertó casi al medio día. A su alrededor no había nadie en aquella habitación desconocida. Olía a humedad, a antiguo, y un aroma extraño que no lograba distinguir.
Sintió frío, se arropó entre las sábanas, pero al instante decidió que debía levantarse.  Estaba desnuda. La piel de sus caderas y sus piernas erizada. Buscó su ropa y la encontró a lo lejos, descolocada sobre una vieja silla, por la que el tiempo había dejado sus huellas.
Se puso de pie y junto a la cama estaban sus zapatos negros, con ese lazo hortera, también negro, y de bordes dorados que tanto le gustaban. A su lado había una cuerda, color oro viejo, de al menos cinco metros. Se tocó las muñecas,  recordó que las tuvo atadas. Aún estaban las marcas rojizas alrededor de ellas, también de su cintura, y de sus finos tobillos.
En su mente había una nube blanca y unos ojos negros que la observaban, una voz cálida que le era familiar, y el recuerdo de caricias, besos, fuego en la piel…
Sí, estaba irritada, algo molesta. No acostumbraba a vivir tanta pasión, y aquel olor que no identificaba era el olor a sexo de su juventud. Había perdido tiempo, vida… Hoy, por fin, se perdió ella misma, dispuesta a encontrarse.

Inma Flores ©

viernes, 11 de mayo de 2018

Renacer


(Imagen tomada de internet. Autor desconocido)


Apaga el gran estruendo,
el ruido que hoy azota mis oídos,
ese ir y venir de palabras descompuestas;
las mentiras a modo de cizalla
rompiendo, triturando los quereres.

Abraza con tu cuerpo
la desnudez de mi alma.

Me mostraré ante ti sencilla
como el agua que mana en la montaña
y presta va a su río,
regalando la vida tras su paso.

Como lágrimas tristes,
lamiendo las heridas putrefactas,
limpiando todo hedor innecesario,
sanando con su sal.

Beberé de tus labios la certeza
de que el aquí y el ahora son presentes.

Besaré tu cuello, a modo de esperanza,
y tú me abrazarás tan fuerte
que se romperán todos los miedos.

Viviré de nuevo, cada día, a cada instante.
Quedarán atrás viejas sombras
y heridas olvidadas.

Alzaré nuevamente  la certeza
de que la vida sí tiene sentido
y me asiré de ti, de tu cintura;
será tu cuerpo quien me encienda
y tu voz, tu mirar, la fuerza del deseo,
que alimentará de nuevo la quimera.

Mi cuerpo se alzará, ilusionado,
temblando al son tu voz será
música que despierte mis sentidos.

Y te miro, penetras en mi
por la pupila.  Rígido quedó el recuerdo.

Los ahora,  placeres encendidos,
el roce de tu pecho
sobre el abismo de mi espalda,
y las enredaderas de tus piernas
ciñendo  fuertemente mi cintura,
mientras siembras de  ardiente escarcha
cada poro…, los pliegues de mi piel
me devuelven la vida arrebatada.

Las ansias hoy quedaron encendidas
 por tu boca,  hambrienta de placer.

Ahora lo comprendo
la llama del deseo aún sigue viva
latiendo eternamente en el volcán,
urgida por tu voz, a la deriva.

Inma Flores ©

viernes, 4 de mayo de 2018

Tus palabras coloreadas son mi dolor







Imangen tomada de internet. Autor desconocido.


Ebria de tu recuerdo, noche a noche,
pongo distancia, lloro el desconsuelo
de tenerte y haberte ya perdido
en el abismo trágico y mortal,
 por donde sobrevuelan esas dudas
que vilmente  sembradas inundaron
de sombras el feliz nido de amor.

La soledad que mata los recuerdos,
los ahoga en distancia y en tristeza,
se niega a clausurar ya nuestro ciclo,
pues el dolor, las lágrimas perennes,
y los recuerdos en sepia aún dudan
si en tu entraña quedaron más verdades
enredadas, serpientes que devoran
cualquier atisbo en paz, que nos dé vida.

Inma Flores 03.05.2018

Tu ausencia







Me mece los cabellos como un soplo
de aire fresco, cristal donde reflejan
su brillo tus luceros de café,
y una sonrisa entonces, travestida
de recuerdos, dibuja la esperanza
de ese abrazo que aguarda tu latir. 


Inma Flores © 2017




Imagen de Renzo Castañeda Ceballos



martes, 1 de mayo de 2018

El eco de tus pasos



(Imagen tomada de internet, autor desconocido)

Son gotas de tristeza, como dagas,
van hiriendo la piel, quebrando sueños,
irrumpiendo la luz de los trigueños
instantes quebradizos. Si naufragas,

tras zarpar de este puerto desdichado,
querrá el azar sembrar toda su suerte
y el corazón, herido, hallará muerte
tras sentir su futuro destrozado.

Pronto se apagarán todos los cielos.
y en la noche febril será una estrella,
la que sembrará luz; será tan bella,
que irradiará ilusión sin desconsuelos.



Inma Flores © abril 2018