(Magnífica música de la mano de Jaime Barkin)
En ese preciso instante fue
cuando
ya decidí comenzar a quererme;
llevaba un largo tiempo caminando
y quedé resentida, sin moverme.
Las palabras soltadas al azar
retumbaron con seco-
eco en mi mente
unidas al deseo de abrazar
a quien nunca pudo decir: ”vente”.
Decide contentar lo ya
pasado
sin pensar en que duele lo que
crece
dejando mi corazón desolado
ante un dolor que mi amor desmerece
pues le creía también a él
flechado…
Y así no es… Mi sonrisa se
oscurece.
Irene Bulio © 2014
(Autor de la
imagen: Alex Alexander)