sábado, 19 de octubre de 2013

Liberando espinas...





Un dolor hundido
como espina punzante
en las mismas entrañas
de los recuerdos caducos.
Un dolor incesante
que late al compás
de mi quebrado corazón;
movimiento diastólico,
movimiento sistólico,
movimiento que remueve mi interior,
sin apenas purgarlo,
sin dejarlo sanar.
¿Por qué parece obligado
volver a recordar?
Mis entrañas se revuelven,
es puro dolor en el alma;
es fácil ver la conexión.
Tomo mis alicates punzantes,
mis manos temblorosas
se aferran a él.
Inhalo el último suspiro,
retengo ese momento...
... y corto.
 
 
 
 
Mi alma ya está libre,
de dudas propias,
de engaños y autoengaños,
liberando miedo,
inhalando las fuerzas
que por tanto dolor,
huyeron desde antaño.
 
Ahora quedo yo,
en la simpleza de lo cotidiano,
perdida, sin ataduras,
queriendo vivir lo inalcanzado,
los instantes perdidos
 las emociones caducas
que nunca encontré a su lado;
brotando desde las entrañas
las pasiones solo soñadas,
liberando temores,
libando emociones,
no propias, ajenas,
así es como solté el nudo
que un día me ataba.
 

Ahora soy libre y genuina,
jurando no volver a ser ajena,
jurando no caer nuevamente
en las viles mentiras, tus cadenas.
 

Irene  Bulio © 2013.
(Fotos tomadas de internet, de autor desconocido)

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