martes, 15 de octubre de 2013

La llave...


 
 

Después de un largo  y arduo camino
donde sentía el peso, no sólo de mis zapatos,
sino de la edad, de los sueños rotos,
de los silencios a modo de puñales,
de las verdades a medias,
de las miradas huidizas,
de las falsas verdades,
de las noches frías,
de las mañanas en soledad,
de esperar a que te durmieras
para dejar huir ese beso que no te quería dar,
de esas llamadas que nunca cogías,
de esa desesperación
por sembrar parte de  mi alma en terreno arcilloso
y saber que tras tantos otoños nada iba a florecer,
después de regar con mis ojos repletos de lágrimas
el vientre vacío, mientras se marchitaba mi feminidad...
 
 
 
 
 
Un  día, uno cualquiera, un  bello día,
solté el lastre;
sentí como en mi espalda
ya no quedaba peso alguno;
ese fue el día en que te dije:
“Ya no te amo”.
 
 
 
Donde antes cargaba la tristeza 
ahora surgieron alas;
mis entrañas quedaron ya caducas,
pero no mis ansias por volar;
mis viejos sueños ya no se podrán cumplir,
pero he creado sueños nuevos.
Te lo di todo, mi presente, ese eterno presente
por dos décadas completas;
ahora siento la necesidad de vivir.
Te engulliste mi tiempo, junto a mis sueños;
te atragantaste de tal manera
que las historias que ahora me cuentas,
ya no las entiendo;
es más, no las quiero entender,
pues no creo en ti.
 
 
 
¿Lo que siento?
Ni yo misma lo sé,
pero no es el amor que tú creíste tener por siempre.
Mi corazón está libre, que no vacío.
Lo he llenado de sueños nuevos,
deseos sin cumplir,
vivencias para un mañana,
y para ti, lo he cerrado con llave.
¿Qué llave?
La lleve que llegó a mí una tarde,
un día cualquiera,
un acontecimiento vanal,
 pero importante;
un instante de duda
que pudo acontecer o no...
pero que fue la llave,
la llave para dejar
abierto el corazón,
la llave para cerrar
el viejo capítulo
que un día se hizo eterno,
pero quedó en simple borrador.


 
 
 
 

 

 
Irene Bulio © octubre 2013
(Fotos tomadas de internet de autor desconocido)
 

4 comentarios:

  1. Realmente profundas palabras.
    Nunca es tarde para volver a buscar nuevos sueños, nuevos caminos, nuevos deseos.
    Tenés la llave que abre la puerta de la felicidad, de la que vos quieras elegir para abrir y cerrar. Lo pasado, queda arrinconado en el corazón para no olvidar que la vida es una, y somos las dueñas de decidir la nuestra.
    Un beso grande♥

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  2. Gracias por el comentario Kary. A veces es difícil cerrar capítulos; quizás se hace antes en el corazón que en la realidad, o viceversa...
    Como bien dices... la vida es una, y nuestra obligación en ella es la de ser felices...

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  3. Palabras que no dejan dudas, aquella que estuvo encerrada, o veladamente, atada con gruesas cadenas... vuela hoy día, sino, físicamente con sus propias alas, sí las que viven en su corazón y esas ya son imparables. Abre las alas mi querida Inma, el camino que se abre ante ti es infinito y... todo tuyo. Besos.

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  4. Son imparables, Frank. Va lento... apenas está desplegando alas, fortaleciéndolas... pero cuando esté preparada el vuelo será imposible de posponer más. Gracias. Un abrazo.

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