miércoles, 9 de octubre de 2013

Esos ojos...



Me miré en tus ojos
y en ellos encontré el reflejo,
el vibrar, el fuego,
de la pasión contenida  en mi alma.
 
 
 
Me miré en tus ojos,
y desde entonces
compartimos instantes;
conectamos de algún modo
que aún no puedo explicar.
Sólo, al cerrar los párpados
se ilumina de nuevo la comisura de tus labios,
tu sonrisa,
esa que provoca pensamientos
inmorales y perversos,
pasiones lujuriosas,
y deseos que no me atrevo ni a contar.
 
 
 
Me miré en tus ojos
y descubrí el mismo deseo que en los míos,
los mismos vacíos, las mismas carencias,
el mismo morbo  de seda que nos envuelve;
esa necesidad de temblar  en la trastienda
de la frialdad cotidiana, del reflejo en el espejo,
de dar la imagen que  de nosotros quieren ver,
y sin embargo, vivir la que realmente sentimos.
 
 
 
Me miré en tus ojos.
y en ellos descubrí el placer de lo sencillo,
la calidez de lo cotidiano,
que el deseo es solo un juego,
que en los sueños se construyen realidades,
que esas realidades se llevan a la práctica
cuando  tú y yo lo deseamos...
 
 
 
Me miré en tus ojos
y desde entonces el sol brilla más,
la luna es más plateada,
las estrellas dibujan serpentinas en el cielo,
y mi corazón vuelve a latir...
... sí, late, late  cuando te siento....

... aún en la distancia...
.... late.
 
Irene Bulio © 2013
(Fotos extraídas de internet, de autor desconocido)
 

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