miércoles, 17 de diciembre de 2014

La lluvia

(foto tomada de internet, autor desconocido)







Tocas, sigilosa, en mi ventana


queriendo inundar la estancia


de perlas en forma de rocío


que se agolpan allí donde yo miro.


Más no te abro y te apasionas,

tocando con más fuerza; te rebosas,

por todas las paredes de la casa

que sin prisa, poco a poco, acicalas.


Hasta  que llega el instante

en que el silencio rompe, ya tarde,

con las gotas, caprichosas, ante el cristal.

Se hace la noche oscura, comienzo a dormitar.

Irene Bulio © 2014

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