Hoy, por fin, llego
amor, a tu regazo
para encontrarme tus cálidos
labios,
mostrarte el cielo que
hay junto a los míos
por fin fundirnos en un
dulce abrazo.
Si sientes que el corazón acorazo
deja en mi fluir tus besos como ríos
sin importar cómo llegan delirios
ni gemidos, dolor, ni un arañazo.
La brisa de tu amor apagó el duelo
del gris dolor que mi alma cobijaba
sintiéndome por fin sin el desvelo
que en mi cama, cada noche anidaba.
Por fin mi amor, por
fin llegó el deshielo
de la escarcha que mi calor mojaba.
Irene Bulio © 2014
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