No te merece, niña, no merece
latir en tu corazón quien no te ama,
el que jura ante ti que eres su dama,
pero en las sombras a otras enloquece.
No te merece, niña, no merece
que tú por él más lágrimas derrames,
no es hombre fiel; de
caprichos infames,
en los lechos ajenos se encarnece.
No te merece, niña, no merece
que busques en sus ojos
la ternura
de quien como has visto, no está a la altura.
No te merece, niña, no merece
el que en silencios oculta verdades,
que en tus noches le busques cualidades.
De Roberto Kamé a una amiga en su primer enamoramiento. © 2014.