miércoles, 27 de noviembre de 2013

No más vacíos.




A veces los vacíos

se me antojan abismos,

profundos y oscuros,

lúgubres y fríos,

donde quedaron,

perdidas,  tu alma y la mía.

Esperando tu regreso

se me  fue la vida;

estabas al lado, tan cerca,

pero nunca te sentía.

Esperando tus promesas

perdí mis  mejores años,

esas que hacías

a modo de cadenas

con las que me sujetabas,

pero que nunca pensaste cumplir.

Ahora, al abrir los ojos,

siento dolor hasta  con las caricias

 de  los rayos de  sol;

un  suave halo de luna es capaz

de abrir una sangrante brecha

dentro de mi corazón.
(Fotografía extraída de internet, desconozco el nombre del pintor ni el nombre de la obra)
 
Lágrima fácil,

salada, húmeda y cálida,

limpiando suavemente el alma;

lágrima que brota sin ser llamada.

Y aún así,

no los quiero cerrar más los ojos, 

es imposible,

sería capaz de ver

hasta a través de mis párpados

 

Una vez que he sido consciente,

nada podrá ser igual.

Simplemente, cambiaré de horizonte;

crearé conceptos nuevos;

enterraré miedos;

sepultaré sueños que nunca compartimos,

sueños que eran de dos.

 

Eso sí, abriré bien los ojos,

pero no cerraré mi corazón.
 
(Foto tomada de internet, autor desconocido)

El del corazón inaccesible,

el de las promesas hechas sin pretender cumplir,

el que nunca valoraste ni protegiste

lo que realmente merecía la pena,  fuiste tú.

 

Yo seguiré tejiendo pequeños trozos de felicidad,

trozos que uniré y convertiré en una brillante capa

que me proteja en los días fríos,

sin luna, sin estrellas,

cuando sople el viento del norte.

Ya los sueños no son los mismos,

muchos no se podrán cumplir,

pero tampoco me acompañan los lastres

de los sueños cumplidos a medias.

Ahora tengo metas, metas donde tú,

ya no tienes cabida.
 
Irene Bulio © 2013
 
 (Foto tomada de la web; autor desconocido)
 
 

2 comentarios:

  1. Dejar atrás lo que supuso tu felicidad por un tiempo no es fácil pero tampoco imposible, puedes y debes de hacerlo, en estos casos olvidar, es como darte el mejor remedio para ser feliz. Besos corazón.

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  2. Hola Frank. Esos sueños se dejan del todo. Ya nada nos une, ni nos ata...Brotaron alas.
    Un besote tesoro. ¡A ser felices! que es a lo que hemos venido a este mundo!

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