martes, 20 de agosto de 2013

... envuelta en el viento...


 





“Se equivocó la paloma, se equivocaba”

Pensó que  escondiendo sus miedos

conseguiría,  bien pronto,  llegar al alba;

más,  solo consiguió ocultarse entre  la arbolada.

 

Antaño, un primer amor le robó el corazón,

 —a la vez que un beso— y, se  marchó bien  lejos.

Ella, en vez de volar tras él,

buscó su réplica en un espejo.

 

Tras comprender y entender

que sobre el corazón nunca se manda,

volvió a su rutina, más fría que el agua.

(Aunque en el ardor del verano, 

 aún se escuche  bullir su alma).

 

El tiempo pasa, las noches se alargan,

consume sus días entre miles de artimañas,

engañando a un corazón, aún  ansioso por vivir.

Lo intenta de nuevo, lo intenta mil veces…

consume su tiempo, su vida, sus sueños…

Ese amor deseado que nunca llega…¡jamás!

¿No será que aprendió un mal concepto de “ amar”?

 

No importa, paloma, ¡vuela! ¡bien alto, vuela!

Quizás eres gaviota, quizás halcón, quizás…simple paloma,

pero para surcar los cielos no necesitas ser sombra,

solo permitir que de vez en cuando,

un horizonte nuevo llame  tu atención,

arrojes tus miedos, prejuicios y celos,

extiendas tus alas, emprendas el vuelo…

No pienses, no mires... sólo disfruta…

planea junto al viento…

¿Qué más da ser halcón, gaviota o paloma

cuando se puede, simplemente,  disfrutar del vuelo?


 

Irene Bulio © 2013



 (Imagen tomada de internet, de autor desconocido)

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario