(Imagen tomada de internet. Autor desconocido)
Sí, tienen
el poder de abatir el alma,
romper
un corazón en mil pedazos,
llenar
el día de la noche más oscura,
hacer
añicos el sueño más hermoso,
fustigar
una espalda, cansada del peso,
crear
un abismo entre dos bocas,
ensordecer
el canto de las aves en primavera,
caer
como la lluvia de verano en plena playa,
convertir la sonrisa en campo de otoño,
helar
tus ilusiones como tímpano invernal,
pues
nunca nos unieron los silencios
y eran realmente las miradas.
Tus
silencios sepulcran mi alegría,
entristecen
los ahora,
teniendo
ya el mañana su fecha de caducidad.
Sigue
siendo el dueño de tus silencios,
que yo
sembraré mi confianza en otros prados.