♥
Mariposas azules en su vientre
ya sus alas dejaron de batir,
allí araron los miedos y la duda
hilvanando un amor desmerecido,
sin saber de querer en libertad.
Cruel dolor, dulce asfixia repetida
que buscaba lucir por verdadero
un apego egoísta y pendenciero
que no tuvo pudor en romper vida.
Ya no sé qué es mentira ni verdad.
¿Cómo pudo parir a un malnacido
mujer alguna? Vida inerte y muda
de toda realidad. Ahogado un latir
pleno de amor, su cielo yace inerte...
Su voz ya se cegó.
pleno de amor, su cielo yace inerte...
Su voz ya se cegó.
Irene Bulio ©
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