jueves, 6 de agosto de 2015

«Cuando se anida en un corazón, se pertenece a él para siempre».




«Cuando se anida en un corazón, se pertenece a él para siempre».


Seguirás siendo mío, eternamente,
mientras el sol alumbre las mañanas
soñarás mis caricias cotidianas
en tu torso, en tu cuello y en tu frente.

Seguirás siendo mío, eternamente,
días tras día y, noche  frente a noche,
me pedirás que te ame con derroche
apasionado y, así, seguramente,

en otras soñarás mis dulces besos,
anhelarás caricias oxidadas
bajo el frío dolor de la derrota

porque  nunca hallarás mis embelesos
en roces de otras pieles excitadas
junto  a un rumor de luna que alborota.


Irene Bulio © 2015 




 Imagen tomada de internet. Autor desconocido.


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