miércoles, 4 de marzo de 2015

Se amaban

(Imagen tomada de internet, autor desconocido)




Ambos lo sabían. Una nube gris, plagada de insectos, de dudas, de miedos, de querencias falsas, de flirteos estériles, de falsos barrotes con aroma a fresa… flotaba sobre sus cabezas.

Ambos lo sabían. Se amaban.

Se amaban. Y aún se aman.

Irene Bulio © 2015


«Cuando salta la chispa de un amor, éste es para siempre. Queda prendado en nosotros y nos acompañará a cada instante. A veces lo veremos frente a nosotros, como en un espejo; otras lo veremos reflejado en la persona de la que estamos enamorados en la actualidad; no permitamos que estos reflejos condicionen nuestro presente. 
Es conveniente aprender a amar libremente, sin lastre alguno, a "desamar" lo que un día "fue".
Cada persona que viene a nuestra vida es única. Amarla también significa respetarla, evitarle sufrimiento, ofrecerle certezas». 

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