Los besos no dados queman aún en tus labios
como brasas que no se apagarán jamás.
Esas palabras que pronunciabas con frecuencia,
anidadas junto a tus miedos
con la necesidad de no perder, retener,
esas que no tenían nada que ver con la realidad,
simples sombras que se arrastraban
en las noches sin luna
sabes que no eclosionarán jamás.
Perdiste tu tiempo tejiendo mentiras,
perdimos la vida en un mar de engaños,
intentaste encadenar mi alma,
pero dime ¿no viste brotar mis alas?
Te lo di todo, mi vida presente, pasada,
mis sueños…
Dejé a tu alcance mi realidad
para que la cruzases con la tuya
como los dedos de ambas manos
y así formar la unión de dos almas.
Te creí tejiendo nuestro hogar
mientras limpiaba nuestro cielo de nubes grises
y de repente desperté
y tu hogar era otro, tus sueños no los reconocía,
los nuestros siquiera existían.
Te pregunté y no hubo explicación.
Te esperé y nunca fuiste capaz de llegar.
Te había dicho que no miraría atrás,
así que amputé nuestras ilusiones,
—esas para las que éramos necesarios los dos—
miré al cielo, y en ese mismo instante comprendí:
“Llegó mi hora de volar…”
Irene Bulio © 2014
¿Cómo duelen todavía las mentiras, esas que te decía sin hablar, las que disimulaba o incluso aquellas que jamás te dijo pero tu sabías que lo eran? El dolor te viene y te va, es un día casi un empacho, un atracón de malos recuerdos que se te atragantan y se te atoran en la garganta sin dejarte respirar... sin embargo, en otras, se convierten en exaltaciones, justificaciones de esas mentiras que tu misma disimulas entre tus pestañas húmedas y doloridas de tanto llorar... ¿Sabes lo bueno que veo en tus letras, Inma? veo a una mujer que va a lograr todo lo que se proponga y que, pese a los "bajones", sabes que eres la única dueña de tu futuro. Besos corazón ¡y arriba esos ánimos!
ResponderEliminar¿Inma o Irene? Este está firmado por Irene, Frank...
ResponderEliminarEl dolor se va, queda lo aprendido; hay que dar las gracias a los maestros (y cuando las lecciones son producidas a través del dolor y la tristeza, intentar aprender lo antes posible). Esta es una reflexión tras observar desde fuera, pues en estos casos uno lamenta determinadas cosas y cuando se toman decisiones es la parte contraria la que comienza a lamentar. Todo es cuestión de carencias y de si se desea estar libre para una vida plena o se aceptan verdades a medias... Alas tejidas, un cielo azul que aguarda, deseos de volar... pero como las palomas, ni los pájaros, siquiera como las gaviotas... surcando cielos como águilas, junto a otras águilas, sobre las nubes, sin que la lluvia destroce el plumaje...
Hola Inma, una noche de insomio para leerte a ti también, un grata compañía. o leí en algún momento y veo que no te comenté.
ResponderEliminarTus palabras por duras o tristes siempre me traen una melodía.
Y te entiendo, te acompaño.
Un beso, es precioso.
Hola Olga, disculpa que no vi tu comentario. Muchas noches de insomnio nos acomopañan...
ResponderEliminarA veces hay que bajar a las mazmorras, no siempre se está en la torre del castillo de la vida. Gracias a Dios, ese tiempo ya está algo más lejano. Gracias por tus cálidas palabras. Un beso.
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