Las gaviotas, surcando el cielo azul
hoy echaron de menos nuestras voces
y las risas y las pausas y el mirar al infinito
buscando Tenerife.
Hoy el mar pinta de otro azul;
las olas acarician la costa
convirtiendo las lajas en bellas curvas
a modo de sonrisas que aguardan.
El eco de tu voz a la deriva
aviva los recuerdos compartidos
y queda henchida la nostalgia
al saber que “existes”, que me hablas.
Lo que antaño pintaba bien difícil:
compartir charlas, los paseos, la poesía,
el café, un buen vino, la esperanza…
se vuelven tan sencillo que parece cotidiano.
Se suceden los días y ya nada es lo mismo.
Sin que algo cambie, todo es diferente;
¿Qué es distinto, dime, si tú lo sabes?
Quizás sólo ha sido el poder compartir nuestras miradas.
Mirar al infinito. Descubrir
el abismo que aguarda en el mañana
y sentir el placer que envuelve siempre
al otear unos ojos ya despiertos.
© Inma Flores 31.05.2024
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