miércoles, 17 de agosto de 2016

Vacíos.






Así quedé,
como un suspiro
que no pudo exhalar tu interior.
Así quedé,
atrapado en tu pecho,
siendo el mismo latir del corazón
donde un día  vibré de amor.
Así quedé,
para siempre atrapado en ti,
en el recuerdo de un ayer
que soñó ser futuro.
Así quedé,
por mucho tiempo
dormité en tus entrañas
pesadillas infectas de terror,
donde el protagonista vomitaba
 su desidia, su angustia putrefacta,
su infinito dolor .
Así quedé,
roto,  sin un arreglo,
sin un mañana  útil,
sin presente que obsequiar. 

Roberto Kamé © 2016


No hay comentarios:

Publicar un comentario