Aterricé en
este valle
olvidada de
mis alas,
de pronto se
hizo la noche
sin saber lo
que pasaba.
El tiempo se
fue muy rápido;
entre
sombras y humedades
hallé un
corazón sombrío
dormitando
en mis pesares.
La vida
nunca me dio
bellos soles
ni sorpresas,
aunque siempre me envolvió
como si fuera su presa.
Llegó el
final de este túnel
sin que el
tiempo me premiase,
ya me siento
preparado
para volar a
otra parte.
Ahora no
traigas rosas
ni claveles,
ni alhelíes;
no me reces,
no me nombres
no te pido que
me olvides…
Dejo
atrás ya mi sendero
lleno de duelos
y piedras.
Para
comenzar de nuevo
ven y dime
que te quiera.
Inma Flores
© 2014
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