De unas
pueriles manos la semilla
llegó a la
tierra fértil, dio la vida
a un dragón
que dormido no se olvida
de la
tenacidad de la chiquilla.
Trescientos
años ha que fue plantado;
la sangre
por sus hijos derramó.
Catalina
yerbera se volvió
queriendo ella
cuidar de lo sembrado.
Rodelas y
tambores construyeron
con sus
maderas nobles y cuidadas,
y por
siempre fue rey de las miradas.
Un día de
Corpus Christi no pudieron
anular al
dragón de la conquista
pues lo
evitó la niña moralista.
Inma Flores © Gáldar, junio 2018
En el trescientos aniversario del Drago de Gáldar.
Datos tomados del enlace: http://pellagofio.es/rutas/arboles-de-canarias/el-drago-de-galdar-un-arbol-con-casa-y-bruja-propias/ y de Raúl Mendoza.