(Foto tomada de internet. Autor desconocido)
Nunca
escribo por encargo, pero en este caso me pidieron un soneto y no me supe negar; ahí les va, con
rapidez y algo de humor:
¿Dónde
andas, Esperanza, dónde estás?
Que te
miro, te busco y no te encuentro.
La
pantalla, la torre… no estás dentro
¿Será que
con sigilo te me vas?
Tan lejos
y tan cerca como vives,
a menos
de una hora en carretera,
lo fácil
que parece a cualquiera
rodar,
camino abajo… no te esquives…
Me pides
unas rimas y un soneto
me apuro
por sembrar con estos versos;
ya sabes
que medir es cosa fina.
Aunque
parezca fácil este reto
de contar
con los dedos, hay diversos
vaivenes de
palabras; me lo arruina...
Irene
Bulio © 2015